viernes, 13 de diciembre de 2013

Capacidad de respuesta social de la empresa

El estudio de la capacidad de respuesta social de la empresa- la forma en que las organizaciones adquieren conciencia de cuestiones sociales, y despues responden ellas-adopta dos enfoques básicos. Por una parte, aborda la forma en que compañias individuales responden a los asuntos sociales. Por la otra, la teoría trata de las fuerzas que determinan los asuntos sociales a los que deberían responder las empresas. Estos dos enfoques se pueden combinar para clasificar la forma en que las empresas pueden responder, y de hecho responden, a cuestiones sociales concretas. Robert Ackerman señaló que la respuesta de las empresas ante los asuntos sociales tiene un ciclo de vida, que empieza cuando la compañia reconoce el problema, pasa por el estudio del problema y de las formas para resolverlo, y termina con la aplicación de una solución. La aplicación suele ser lenta y, en algún punto, la empresa puede perder su iniciativa cuando el gobierno o la opinión pública la obligan a actuar. Ackerman aconseja a los gerentes que logren, muy pronto, capacidad de respuesta, con el objeto de conservar la mayor cantidad posible de discreción administrativa.

Por ejemplo, en fecha reciente se ha sugerido que las mujeres que pasan mucho tiempo trabajando ante pantallas de video terminales tienen una probabilidad, por arriba de la media, de padecer embarazos problematicos. Las investigaciones no están del todo claras y algunos investigadores las niegan. La idea de Ackerman es que conforme avance este asunto, y conforme aumente la cantidad de actores y de intereses encontrados que participen en él, los gerentes pueden perder poder manejar la cuestión a su discreción. No es dificil imaginar diversos estudios que confirman estos primeros indicios y el consecuente drama de audiencias en el congreso, paros laborales, demandas jurídicas y reglamentos burocráticos. En el modelo de Ackerman sobre la capacidad de respuesta social, las opciones se presentan al principio del ciclo de vida de un asunto como este. Quizá sea para provecho propio de las empresas, bien entendido, poner a disposición de sus empleados la mayor información posible, fomentar las preguntas o incluso conceder transferencias o capacitar a las trabajadoras que los soliciten. La capacidad de respuesta bien podría ser el mejor curso de acción a largo plazo.

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