miércoles, 3 de junio de 2015

Hay que reconsiderar las recompensas (III)

En segundo, las recompensas pueden destruir las relaciones. La verdad cooperación y el compartir son necesarios para conseguir productos y servicios de calidad (véase el capitulo 8). Si alguien lo está juzgando a uno con objeto de darle una recompensa o un castigo, sus actos pretenderán buscar la aprobación o evitar la reprobación, en lugar de hacer las tareas que se necesitan.

En tercero, las recompensas se concentran en resultados y pueden pasar por alto los motivos. Al recompensar los resultados fácilmente se pueden pasar por alto las causas y el sistema general que produce los resultados. Kohn ofrece un buen ejemplo de un trabajador cuyo desempeño se ha deteriorado y, en consecuencia, no obtiene recompensas. Pero este programa pasa por alto la causa de la disminución de resultados.

- Convertir el centro de trabajo en un programa de juegos ("Hablarle a nuestros empleados de los premios fabulosos que tenemos para verlos si su productividad mejora..." - dice Kohn-, no hace abstolutamente nada para resolver los problemas básicos y producir un cambio con sentido.

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