martes, 17 de marzo de 2015

Caso Planes para un milagro en la calle 34 (I)

Definitivamente no existe motivo alguno para que cualquier persona razonable se debe preocupar por nuestras obligaciones financieras. Éstas fueron las confiadas palabras de Edward S. Finkelstein, director general de R.H. Macy's en 1991. Para abril de 1992, sin embargo, la tienda detallista, con valor de 6.3 mil millones de dólares, había solicitado la protección del capítulo 11 y Finkelstein y ano era su director general. Un endeudamiento creciente, la falta de capital social nuevo y un sistema de operaciones anticuados resultaron obstáculos más imponentes de lo que se esperaba.

MAcy's, "La tienda más grande del mundo", sin embargo, todavía no estaba dispuesta a darse por vencida. Los directores, optando por una idea bastante poco ortodoxa, colocaron el destino de la empresa en manos de los codirectores ejecutivos bastante diferentes: Myron "Mike" Ullman III, mago de las finanzas y relativamente nuevo en Macy's y en la industria detallista, y Mark Handler protegido de Finkelstein y ejecutivo de comercialización de Macy's a lo largo de toda su carrera. Estaban apostándole a la capacidad de Ullman para arreglar las cifras y  a la habilidad de Handler para mantener la imagen de la empresa y remozar su línea de productos.

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