domingo, 13 de abril de 2014

Las tecnologías, los productos y los servicios nuevos (II)

En ocasiones una innovación emprendedora de origen a muchas otras. El caso más famoso e importante se ubica a principios de la Revolución Industrial, en la segunda parte del siglo XVIII. A princpios de este siglo, la tela de algodón importada de India hizo que algunos empresarios tuvieran la idea de producir una tela igual en Gran Bretaña. Al principio, el algodón virgen (principalmente del sur de Estados Unidos) era hilado en máquinas manuales y después, también con máquinas manuales, tejido para hacer la tela. Sin embargo, existían problemas de las máquinas hiladoras eran demasiado lentas y no producian suficiente hilo para que todos los telares trabajaran a plenitud. Por consiguiente, la hilatura era un cuello de botella. Los inventores no tardaron mucho en destapar este cuello. A mediados de la década de 1760, James Hargreave inventó la máquina que se conoce como Spinning Jenny, la cual podía producir hasta 11 hebras de algodón al mismo tiempo. Más adelante, en ese mismo siglo, la Spinning Jenny y la máquina de vapor se unieron, de tal manera que ya no era operada por el pie del trabajador. Estas innovaciones desembarcaron en un incremento, incluso mayor de la cantidad de hilos de algodón producidos. Ahora había demasiados hilos faltaba capacidad para tejerlos: justo lo contrario del problema anterior.

De nueva cuenta los inventores se pusieron a trabajar. En 1785, un clérigo inglés inventó un telar a motor, una máquina para tejer activada por un motor a vapor. Starbucks está iniciando una tendencia que incrementará, a gran velocidad los cafés gourmets. En la pequeña población de Charlottesville Virginia cuatro cafés para gourmets abrieron sus puertas en 1993.

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