martes, 14 de enero de 2014

Relativismo ingenuo (I)

Es probable que la forma más extendida de relativismo sea el relativismo ingenuo; es decir, la idea de que las personas mismas son la vara para medir sus actos. El relativista ingenuo cree que, como las decisiones éticas son personales, importantes y complejas, la única opinión que cuenta es la de la persona que toma la decisión.

Sin embargo, a pesar de que la moral sea profunda y personal, es imposible suponer que no se puede sujetar a un razonamiento, sino todo lo contrario. Justo porque la moral es fundamental para la existencia, tenemos que efectuar razonamientos morales muy refinados y, para ello, precisaremos recurrir a la ayuda de quienes toman parte en el proceso de los razonamientos de orden moral, Si rechazamos el concepto de que las creencias morales de una persona pueden estar sujetas a escrutinios y críticas, cómo llegaría alguien a mejorar la calidad de sus decisiones morales? Si no existen parámetros para determinar si una decisión de orden moral es mejor o peor que otra, cómo podremos creer que la moral es importante?.

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