El llamado modelo de los recursos humanos se suele ligar a Douglas McGregor.
McGregor y otros teóricos criticaron el modelo de las relaciones humanas porque
no representaba sino una posición más sofisticada para seguir manipulando a los
empleados. También, acusaban ai modelo de las relaciones humanas, al igual que
al modelo tradicional, de simplificar demasiado la motivación, concentrándose en
un solo factor, por ejemplo el dinero o las relaciones sociales.
Como se dijo en el capítulo 2:, McGregor identificó dos series de supuestos
sobre los empleados. La posición tradicional, llamada la Teoría X, sostiene que
las personas tienen una aversión inherente al trabajo. Aunque los trabajadores
lo consideren una necesidad, lo evitarán siempre que sea posible. Según esta
posición, la mayor parte de las personas prefieren ser dirigidas y evitar las
responsabilidades. En consecuencia, el trabajo tiene importancia secundaria y
los gerentes deben empujar a los empleados para que trabajen.
La Teoría Y es más optimlista. Presupone que el trabajo es algo tan natural
como el descanso o el juego. Según la Teoría Y, las personas sí quieren trabajar y
pueden derivar muchísima satisfacción de su trabajo. De acuerdo con esta posición,
las personas tienen capacidad para aceptar responsabilidad -incluso la
buscan- y para aplicar su imaginación, ingenio y creatividad a los problemas de
la organización.
El problema, según la Teoría Y; es que la vida industrial moderna no aprovecha
plenamente el potencial de los humanos. Para aprovechar la disposición y la
capacidad innatas de los empleados para trabajar, los gerentes que aplican la Teoría
Y deben propiciar un clima que conceda a los empleados una perspectiva de
superación personal. La administración participativa es una forma de hacerlo.
La tabla 16-1 resume estas tres concepciones de la motivación.
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