Por ejemplo, si se pueden producir refrigeradores buenos sin CFC, por un precio no muy superior al anterior, entonces el beneficio- no contribuir al agotamiento de la capa de ozono- es superior al aumento del costo. Por el contrario, si estos productos nuevos no funcionan igual de bien que los viejos o si resultan prohibitivamente caros, entonces cabe decir que los costos son superiores a los beneficios.
El problema del razonamiento del costo-beneficio es que no todos los costos y beneficios se pueden cuantificar con facilidad. Por ejemplo, en qué beneficia a nuestros hijos, que no se destruya la capa de ozono? Este beneficio es dificil de medir. Como hemos ignorado el ambiente natural durante tanto tiempo, ahora es dificil añadir, sin más, "los costos ambientales" a las ecuaciones normales de los negocios. En el caso de algunos problemas ambientales locales o específicos de un lugar, el razonamiento nos puede servir para llegar a soluciones que tengan sentido, pero el aplicarlo en forma global no funciona muy bien. Todavia no alcanzamos a entender bien los costos y beneficios, a largo plazo, de la acción o la fata de acción respecto al ambiente.
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