sábado, 20 de septiembre de 2014

La Participación de los empleados (I)

Contar con el apoyo y la atención de los mandos superiores sigue siendo una condición necesaria para que la ACT funcione en la organización, aunque si no se han delegado facultades a los empleados, esta no llegará muy lejos. La delegación de las facultades (empowerement) representa uno de los cambios importantes que están haciendo las empresas. Significa dejar que los empleados tomen decisiones en todos los niveles de la organización, sin tener que solicitar el visto bueno de los gerentes. La idea es muy sencilla: las personas que, de hecho, realizan el trabajo sea manejar una máquina compleja u ofrecer un servicio sencillo, son las que se encuentran en mejor posición de saber como hacer mejor ese trabajo. Por tanto, cuando existe la posibilidad de mejorar el trabajo o el sistema del cual forma parte el trabajo, las personas deben aplicar esas mejoras sin pedir autorización.

En 1985, el departamento de calidad de Velcro contaba con 23 personas. La mayor parte de los empleados pensaban que la calidad era responsabilidad del departamento de calidad. La alta dirección para cambiar esta actitud, delegaron en los trabajadores de las bases las facultades y los instrumentos necesarios para mejorar la calidad.  La gerencia de Velcro abrió canales de comunicación con los obreros de la fábrica. La calidad pasó a ser tarea de todo el mundo. Para 1988, los desperdicios habían bajado más de 78 por ciento como porcentaje del total de los gastos de producción. En el mismo lapso, la cantidad de personas del departamento de calidad bajó a 12 y sus responsabilidades pasaron de la inspección a la enseñanza, la capacitación y la delegación de facultades.

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